Se trata de un chip diseñado por la empresa Gisens Biotech, que contó con el poyo económico del Estado. El dispositivo permite detectar en cinco minutos si un paciente está en proceso de desarrollar una «tormenta de citoquinas», una de las mayores causas de mortalidad vinculadas al virus.
Cómo funciona el chip
Este nanochip lo que hace a partir de una gota de sangre del paciente es detectar en cinco minutos los dos biomarcadores que tienen mayor nivel predictivo a la hora de estimar si una persona va a presentar una ‘tormenta de citoquinas’; esto es clave porque es un fenómeno tratable para evitar el desenlace fatal, pero para tener éxito los tratamientos deben comenzar en estadios tempranos del fenómeno.
Para los médicos que tratan a pacientes graves de Covid-19, tener un test que les permite monitorearlos en tiempo real para predecir si van a necesitar cuidados intensivos es una herramienta que les permite anticiparse y mejorar las posibilidades de tratamiento.
Pierpauli señaló que «este chip tuvo un desarrollo de ocho meses pero seguimos trabajando en hacerle mejoras a la tecnología y esperamos completar en el primer semestre de este año todas las validaciones clínicas necesarias para su comercialización».