LA COCINERA DE DIEGO MARADONA ROMPIÓ EL SILENCIO Y DIO SU VERSIÓN SOBRE LAS ÚLTIMAS HORAS DEL ASTRO
Diego Maradona pasó sus últimos días en la casa que alquiló en el barrio cerrado San Andrés, en el partido de Tigre.
os momentos previos a su muerte siguen ofreciendo incógnitas, aunque este viernes una empleada que trabajaba en la vivienda contó cómo fueron las últimas horas del ídolo deportivo. Se trata de Romina Milagros Rodríguez, apodada «Monona» por el Diez: la mujer tuvo una charla en exclusiva con Rodrigo Lussich en la que desmintió algunas versiones oficiales.
Lo que se pudo ver en Intrusos fue apenas un adelanto de lo que saldrá en El show de los escandalones, este domingo por América. La mujer, que conocía la intimidad de Maradona en Tigre, reveló algunos detalles sobre el delicado estado de salud que atravesaba el futbolista.
«Lo último que hablé con él fue a la noche», le dijo «Monona» a Lussich. «Fui y me dijo que no quería comer, entonces le dije que al menos le hacía unos sanguchitos y un té. Dicen que no comió, pero es mentira, comió un sándwich porque yo los contaba para ver si comía o no. Había cinco, así que uno se lo comió Diego, es mentira que no comió», afirmó la cocinera.
Rodríguez también presenció el momento en que se le realizaron tareas de reanimación a Diego. «Ese día fue mucha locura. Yo cuando lo vi a él, ya estaba fallecido. Me acuerdo del conteo, que no quiero ni acordarme. Decían ‘1, 2, 3, vamos’. Contaba la enfermera cuando le hacía RCP», relató.
El médico de cabecera, bajo la lupa
Las circunstancias que rodearon a la muerte de Maradona, el pasado 25 de noviembre, continúan en investigación. El neurocirujano Leopoldo Luque, su médico de cabecera, coordinó la internación domiciliaria del futbolista junto a la psiquiatra Agustina Cosachov. Según consta en el expediente judicial, al no poder despertar al Diez, quienes estaban en la casa de San Andrés se contactaron con Luque antes de pedir a una ambulancia. Fue él quien terminó llamando al 911.
«Yo no soy el responsable de todo», dijo el médico el día en que, por orden de la Justicia, fueron allanadas su casa y su consultorio. Sus dichos fueron respaldados por su abogada Mara Digiuni, quien sostuvo en una entrevista con C5N que su cliente solo se desempeñaba como neurólogo en el caso de Maradona. «Diego fue dado de alta y realmente no tenía internación domiciliaria ni mucho menos, con lo cual el trabajo del doctor Luque ya estaba realizado», manifestó, de forma contradictoria con las pruebas que constan en el expediente.
El artículo 84 del Código Penal prevé una pena de entre uno y cinco años de prisión a quien por imprudencia, negligencia o impericia en su profesión causare a otro la muerte. Además de una posible mala praxis, Luque podría ser imputado luego de que un peritaje confirmara que la firma de Maradona fue falsificada en un documento que autorizaba al neurocirujano a retirar la historia clínica del astro del fútbol de un centro de salud.