José Martíns afirmó que es preciso «trabajar en darle rentabilidad al productor para hacer crecer fuerte a las economías regionales, generar divisas y empleo».
El presidente de la Bolsa de Cereales de Buenos Aires y vocero del Consejo Agroindustrial Argentino (CAA), José Martíns, afirmó que el rol del sector que representa «tiene que ver con protestar, pero también con proponer» y sostuvo que es preciso «trabajar en darle rentabilidad al productor para hacer crecer fuerte a las economías regionales, generar divisas y empleo».
«Nuestro rol tiene que ver con protestar, pero también proponer», remarcó el dirigente al hacer referencia a la crítica formulada desde la Sociedad Rural respecto de que la suspensión del registro de las exportaciones de maíz no fue fruto del diálogo encarado por el Consejo, sino por el cese de comercialización convocado por tres entidades agropecuarias.
Martins destacó que la principal propuesta del Consejo es «atraer inversiones, crecer fuerte en economías regionales, aumentar el agregado de valor a las exportaciones y la generación de empleo».
Martins es presidente de la Bolsa de Cereales desde mayo de 2019 e hizo una carrera en diferentes cargos en la empresa Cargill, desde julio 1986 cuando ingresó como aprendiz hasta septiembre de 2019, cuando se retiró como referente de relaciones comerciales con grandes cuentas de clientes de la industria aceitera.
Los siguientes son los tramos principales de la entrevista:
¿Cómo se llegó a la situación de conflicto por el maíz?
José Martins: La verdad que no estoy en condiciones de asegurar cómo fue, pero tuvo que ver con algún sector de la cadena, preocupado porque no podía originar maíz para abastecer su materia prima. Hizo algún pedido al Gobierno, o a algún sector del Gobierno, y el Ministerio de Agricultura reaccionó cerrando los registros de exportaciones. Fue una medida que no dialogamos pero que a partir de sentarnos y discutir, se tomó conciencia de que había mercadería suficiente donde se creía que no había.
¿De qué manera se resolvió?
J.M.: El primer punto estuvo en ver en conjunto que había mercadería suficiente, que no estaba en peligro el abastecimiento interno, que había maíz suficiente como para satisfacer la demanda interna y poder exportar. Cuando Agricultura se dio cuenta de eso se resolvió la cuestión.
Cuando tuvimos una primera reunión, dijimos que había que tratar de entender el problema. Una vez entendido el problema planteamos la solución: había maíz suficiente. La industria avícola planteaba que no tenía maíz para dar de comer a sus pollos, e inmediatamente dentro de la cadena se trató de ver cómo se podía dar una mano para esto.
El cierre de exportaciones no venía a solucionar el problema. Si la mercadería que está no sale al circuito comercial hay que ver por qué no sale al circuito comercial. Llevamos una serie de propuestas al Ministerio de trabajar para que no vuelva a suceder. A lo largo del año hay un flujo de comercialización, con lo cual hay que lograr que todas las empresas que trabajan en el mercado interno puedan capturar ese flujo a lo largo del año. Armamos una mesa de maíz con todos los involucrados y comenzamos a analizar herramientas útiles para que el abastecimiento no corra riesgo en momentos puntuales, como al final de la cosecha.
Sin embargo, el presidente de la Sociedad Rural dijo que el conflicto no se resolvió por el diálogo del Consejo con el Gobierno ¿Qué responde a eso?
J.M.: No tenemos opinión sobre el tema. El Consejo Agroindustrial se creó con el propósito de llevar una propuesta de ley, de políticas de Estado de mediano y largo plazo pero nunca nos hemos involucrado en temas coyunturales y gremiales. Estos quedan para cada una de las instituciones que trabajan en el Consejo.
Como en este caso, la cuestión estaba afectando a las exportaciones, resolvimos hacer una mesa intersectorial de maíz que ponga el foco en el problema y trate de consensuar propuesta y una salida con el Gobierno. Tratamos de articular dentro de la cadena agroindustrial donde están representados los sectores de la producción y gran parte de la Mesa de Enlace, llevar una propuesta para resolver el tema. Y el Gobierno levantó la suspensión. Nuestro rol tiene que ver con protestar, pero también proponer.
¿Por qué la Sociedad Rural es la única entidad de la Mesa de Enlace que no está en el Consejo Agroindustrial Argentino?
J.M: El Consejo siempre fue un espacio abierto: están los que quieren estar, los que están de acuerdo con la propuesta. Venimos trabajando desde hace varios meses en tratar de convencer a la política que hay un camino para crecer fuertemente en generar más exportaciones. Eso va a estar de la mano de generar mayor empleo, divisas, y crecimiento en el interior del país. Hay 57 entidades, y algunas más por incorporarse, que están de acuerdo con este proyecto.
¿Cuál es la propuesta del Consejo Agroindustrial?
J.M.: Tratar de buscar herramientas que en el mediano y largo plazo den un marco de previsibilidad para atraer inversiones, y hagan que el argentino que tiene muchos dólares pueda volcarlos al proceso productivo. Lo imperioso para el Consejo es fomentar un proyecto de ley y atraer inversiones, crecer fuerte en economías regionales, agregado de valor y generación de empleo. No estamos en temas gremiales, coyunturales de los sectores. Tenemos que trabajar en darle rentabilidad al productor para que crezca en producción, y estímulos al exportador para que lo haga con valor agregado. El Consejo abarca a toda la cadena, desde el que provee los insumos, siembra, procesa, agrega valor y exporta. Tenemos una visión muy completa y no sectorial. En el caso del maíz, se armó puntualmente una mesa con todos los actores de la cadena, y en esa mesa se discutieron las herramientas para colaborar.