LOCAL

EL SILENCIO CÓMPLICE QUE APAÑA Y LASTIMA

La reciente denuncia contra el Concejal de Juntos por el Cambio, Enrique Balmaceda volvió a demostrar que la solidaridad y la sororidad de algunos actores importantes de la gestión municipal en La Rioja solo se visibiliza cuando no tiene como protagonista a «uno de los suyos». El silencio cómplice de la Intendenta Inés Brizuela Y Doria y compañía vuelven a profundizar cuestiones que, lejos de aciertos o errores en las políticas aplicadas, tienen mas que ver con la ética, la moral y una forma de conducir.

Ante esta última (in)acción por parte de las principales autoridades municipales con la denuncia contra Balmaceda, desde algunos sectores de la sociedad se mostraron sorprendidos por dicho comportamiento. Es que la celeridad con la que estos personajes se movilizaron en otras ocasiones no se condicen con sus actitudes recientes, que al fin y al cabo, reflejan un poco lo que, desde su gestión, se apaña y calla. Porque, en situaciones como éstas, el silencio cómplice pone a las personas que lo practican a la altura de quienes son propiamente denunciados.

Sin embargo, hay cuestiones para las que, por ejemplo, sí se actúa con rapidez. Luego de que aparecieran algunas pintadas en las veredas del Concejo Deliberante como así también en el Anexo ubicado en calle 8 de Diciembre, se procedió velozmente a «limpiar» la zona. El punto es que, las paredes y las veredas se limpian. ¿Y las mujeres que denuncian? ¿Cuánto tiempo les llevará (si es que lo consiguen) salir adelante de una situación como la que expusieron? ¿Cuantos profesionales deberán escuchar una y otra vez el macabro relato para intentar ayudarlas?.

Las mujeres que, encabezadas por funcionarias municipales, hace un tiempo firmaron una solicitud de Juicio Político por una situación similar contra un concejal opositor a sus ideas políticas, ¿se habrán quedado sin tinta en sus fastuosas lapiceras? ¿O esperan la aprobación de alguien para expresar su sororidad?. Sería ingenuo, entonces, creer que quienes no hicieron absolutamente nada con el Diputado Gustavo Galván luego de violentar a una agente policial, vayan a tomar cartas en el asunto ahora. No se trata de situaciones aisladas a resolver, sino de una manera de conducir, de ser, como dirigente y como persona. El dolor de las víctimas, no entiende de silencios cómplices, encubrimientos o apañamientos que sigan poniendo a la política por encima de las personas.

Fuente: Medios Rioja

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