Néstor Raúl Gorosito arribó esta martes a Paraguay con la decisión de negociar la rescisión de su contrato con Olimpia de Asunción, con el que recientemente se consagró campeón, para poder convertirse en el nuevo DT de San Lorenzo, club con el que está muy identificado y que recientemente se quedó sin entrenador, tras la salida de Mariano Soso.
«No tengo nada para decir, nada para hablar», se limitó a responder escuetamente «Pipo», a un periodista cuando se retiraba del Aeropuerto Internacional Silvio Pettirossi.
Gorosito, luego de ser campeón con Olimpia hace dos semanas en el torneo Clausura, regresó a la Argentina para unos días de descanso, pero tras la renuncia de Soso al Ciclón, el lunes por la mañana, se posicionó rápidamente como opción para la dirigencia del club de Boedo.
El jueves, Olimpia tiene previsto iniciar la pretemporada, pero Gorosito le pidió una reunión al argentino Christian Bassedas, mánager del club y quien lo eligió como DT en diciembre pasado.
El entrenador de 56 años, de hecho, blanqueó en una entrevista reciente que no tenía duda de que «en algún momento» iba a volver a dirigir a San Lorenzo, que en ese entonces estaba en una situación futbolística delicada. «No tengo dudas de que voy a volver a dirigir a San Lorenzo en algún momento», aseguró Gorosito en diálogo radial.
En ese sentido, pareció mandarle un tiro por elevación a los métodos de Soso, el por entonces entrenador del Ciclón, que está etiquetado como la nueva camada que utiliza diferentes datos y situaciones extrafutbolísticas.
«El fútbol es mucho más simple de lo que se quiere hacer creer. Si sos un técnico que mete palabras que no entiende nadie, sos un técnico moderno y si no sos de la vieja escuela», criticó.
Gorosito ya había sido apuntado por el presidente Marcelo Tinelli antes de la llegada de Soso, pero en ese momento fue imposible su salida de Tigre, con el que disputó la actual Copa Libertadores, pero renunció en noviembre pasado.
El entrenador tuvo en San Lorenzo su segunda experiencia en su carrera como técnico en la temporada 2003/04, en la que fue subcampeón del torneo Apertura por detrás del Boca de Carlos Bianchi, con -entre otros- José Ramírez en el arco, los defensores Gonzalo Rodríguez y Claudio Morel, los volantes Pablo Michelini y Leandro Romagnoli, y Alberto «Beto» Acosta (goleador del equipo) y Ariel Carreño arriba. Además, tuvo tres pasos como jugador en el club de Boedo en las décadas del ’80 y ’90.
