Jeff Bezos, el hombre más rico del mundo, dejó este martes por diez minutos el planeta Tierra para llegar hasta el espacio exterior a bordo de su propio cohete y hacer realidad el sueño del turismo espacial, y también de elite.
Diez minutos más tarde de la hora prevista, las 10.10 de Argentina, la cápsula de su nave reutilizable, la New Shepard, aterrizaba en medio del desierto de Texas. Desde la ventanilla se podía ver al empresario sonriente y con los puños en alto
La New Shepard fue lanzada desde una instalación remota en el desierto del oeste de Texas llamada Launch Site One, unos 40 kilómetros al norte de Van Horn, la ciudad más cercana.
Pocos minutos después salieron sanos y salvos sus cuatro tripulantes: Bezos, su hermano Mark, la expiloto Wally Funk, una mujer de 82 años, y el holandés Oliver Daemenen, un joven de 18 años a quien su padre le compró en una subasta el único pasaje a la venta.
Fue allí donde volvió a aterrizar la nave al separarse de la cápsula que llevaba a los cuatro tripulantes, quienes regresaron minutos después en un lento aterrizaje guiado por un paracaídas.
Los cuatro tripulantes llegaron hasta la línea de Karman que divide la atmósfera y el espacio exterior.
Además, el despegue quedó a cargo de Wally Funk, una mujer de 82 años y una leyenda de la aviación. Así Funk es la persona de mayor edad en volar al espacio.
Por el contrario, el holandés Oliver Daemenen, otro de los tripulantes, fue, con 18 años, el más joven luego de que su padre participara de una subasta para conseguirle un lugar en la nave.
fuente: Telam
